Sin lugar
Sin lugar
El mundo me acosa.
Mi razón falla por momentos.
Refugiado en una noche sin luna
un reflejo, sencillo y sereno, me recomienda acometer
contra el tiempo, contra mis demonios, contra mis miedos.
Levantar un vaso o encender la luz
son tareas extenuantes que no logro hacer.
El mundo me advierte que no tengo salida.
Afuera, en la calle, la gente guarda silencio.
Busco entre rostros, miradas y talvez sonrisas
pero ya no están ahí. Sólo quedaron las muecas
y los llantos.
La desolación que aterra.
El cielo se cubre de nubes como para no verme a la cara.
El espacio es breve y las líneas del universo se cruzaron en la oscuridad hasta perderse.
No volvieron a avisarme del futuro.
Ni a hablarme de los pasados lejanos.
Plurales, fugaces y eternos.
Esos pasados que hacen fila para volverse presentes
a cada instante.
Esos pasados que nos atan y nos atormentan
leyéndonos enciclopedias y tratados sobre culpas
y desaciertos. Que nos asfixian con lecciones
que no hemos querido aprender ni nos servirán ya más.
Pasados entrelazados y perdidos.
Que se equivocaron de persona
pero que no dejarán de perseguirnos
mientras el futuro duerme tranquilo.
Revélanos las fuerzas para vencer los temores.
Dios Sol, Diosa Luna Dios Universo, Dios entrañable en el subconciente de las razas.
Danos una luz, danos una eperanza
mientras nuestro fuego aún no se haya apagado.
No viviremos de fe pero moriremos sin ella.
Romperé las cadenas,
ésas que yo mismo he fabricado en torno a mi
para sentirme más seguro y más atado.
Como si el fondo del mar pudiera contener
la paz de un sólo hombre.
El mundo acosa. Mi fuego se consume.
Ay de mis pasados intransigentes
que no he logrado resolver.
Quedarán vagando por el universo
extraviados, fugaces y violentos.
Encontrarán al fin un alma atormentada
que empujarán al filo de la locura
mientras la llama avive en su corazón
y el reflejo no se haya extinguido en sus ojos.
ORG ( Mayo 2008)