Encuentro


Encuentros

Desbordante de ternura y ebrio de silencio
anduvo mi corazòn por la ciudad expectante.
Fue la noche serena, de pausados y prolongados
destellos, como anhelos de vida.
Fue asaltando las horas pesadas y grises.
Horas de muertes tranquilas 
y renaceres palpitantes bajo la piel de noche.
 
Y fue todo el color y el tiempo,
y más aún toda la luz del universo 
guardada en secreto hasta inaugurar 
el espacio infinito de una mirada
tuya que llena los mares 
y agita las nubes en el cielo
como grandes sábanas blancas
o como campos de algodón en tiempo de cosecha;
se estremecen con uno de tus gestos 
para luego deshacerse con tu sonrisa
callada como en señal de disculpa 
o como anuncio de lluvia.
 
Todo camino fue gris hasta llegar a tu mirada
Todo todo tiempo fue eterno hasta llegar a tu sonrisa.
Toda la vida fue espera hasta llegar a ti.


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