No mires atrás
No mires atrás.
Vete sin mirar atrás,
sé lo que tengas que ser
y deja que el viento enrede tus cabellos.
Deja que la luna te sorprenda
cansado de viajar pero lleno de esperanza.
La vida es como un largo camino
que nunca acaba.
Es como dirigirse a algún lado sin llegar nunca.
Es como buscar el orígen de la luz
en el borde de la sombra.
Ve por la vida
y empuja tu roca como Sísifo
pero sin dejar de soñar,
de perseguir la esencia
de lo universal de lo divino que reside en ti
y es para toda la humanidad como
lumbre que señala el camino,
uno de los tantos caminos
en los que se pierden todos los destinos de
los hombres y de los ángeles
de los santos y de los demonios que pueblan
el universo y que buscan día a día
el borde del precipicio,
el filo de la esencia
y el límite norte de la sepultura.
Ahí donde toda la luz se concentra
donde todo el amor y todo el conocimiento
se consumen en el extremo de una vida irrelevante
o de una historia común por lo extraordinario
de sus eventos reducidos a nada...
Como el polvo que abunda en los campos
o las estrellas que estallan en fulgor cósmico.
Marcha, camina sin mirar atrás.
Sé lo que tengas que ser
que de todas maneras llegarás a ser
tan pasajero como la vida misma,
absurda como el tiempo
densa como la luz al final del camino
en donde todo se transforma en túnel
y pasa, todo pasa a través de ese túnel
hasta el otro lado...
Hasta la nada
Es el retorno de la vida convertida
en esa energia vital que te atrae y que te abrasa.
Corre a tu cita con la nada y con el todo.
Una cita impostergable con el tiempo
y con el espacio y con el destino eterno de los hombres
que presurosos pasan por el camino de la vida
rumbo a la nada, que a fin de cuentas también es el todo.
Org
Febrero 2009